- Introducción
- Nacimiento de la Especialidad
- La Sociedad
- H.U. Virgen de la Arrixaca
- Bibliografía
COMIENZO, EVOLUCIÓN Y ACTUALIDAD EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MURCIA
Cuando me encargaron de relatar el comienzo y la evolución de la cardiología en nuestra Comunidad, acepté con mucho gusto por lo que han significado para mí estos 41 años; años que han tenido una gran influencia a nivel personal, en la cardiología murciana y en una serie de especialistas de Pulmón y Corazón o Cardiólogos, muy queridos, que voy a citar; unos ya ausentes y otros presentes.
Que estamos en un momento fascinante de la evolución de la Cardiología, es algo que saben hasta los profanos; los avances logrados en estos últimos 40 años valen tanto como todo lo acumulado en muchos años anteriores. Naturalmente que ese avance prodigioso no hubiera podido realizarse sin la obra de los que nos precedieron. La ciencia actual estaba ya en germen en la obra previa; pero el milagro de la semilla no mengua en nada la majestad del árbol.
INTRODUCCIÓN
En un sentido amplio, la Cardiología es la Ciencia que trata de la estructura, función y enfermedades del corazón. Desde un punto de vista médico, la Cardiología es una especialidad, dentro de la Medicina Interna, que se ocupa del estudio de las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos.
La Cardiología engloba una gran cantidad de conocimientos y técnicas, que varían y se perfeccionan en el transcurso del tiempo y que son desarrolladas por profesionales que ejercen su actividad en un contexto social y sanitario que implica unas demandas e interrelaciones que, igualmente, varían con el tiempo.
Así, definir la estructura y contenidos de la Cardiología actual requiere que analicemos brevemente el nacimiento y la evolución de la Cardiología como Ciencia, como praxis y como especialidad médica. Para realizar este análisis, estudiaremos sucintamente la evolución histórica de los conocimientos y prácticas relacionados con el corazón y sus enfermedades, ya que, como afirma Sigerist, “El estudio del pasado es necesario para comprender nuestro propio tiempo y preparar, así, el futuro”.
La estructura y función del corazón ha fascinado al hombre desde la antigüedad. Representaciones del corazón se encuentran ya en pinturas paleolíticas. De dónde vino este conocimiento es pura conjetura, pero es probable que se adquiriera a través de la caza, sacrificios de animales y quizá, también, en el campo de batalla.
Los antiguos egipcios conocían el pulso y el corazón y puede que tuvieran alguna idea de la circulación. En el Papiro Quirúrgico de Edwin Smith parece reconocerse el corazón como el centro de un sistema de vasos. En el Papíro de Ebers (1550 a JC) y el Papíro de Brugsch (1300 a JC) se describe al corazón como un manantial desde donde los vasos se extienden hasta las extremidades.
En el ‘Corpus Hipocrática' de la medicina helénica el saber anatómico enseña que el todo (el cuerpo humano) se diversifica en las partes. En un pequeño tratado que lleva su nombre (De corde), el corazón viene concisa pero acertadamente descrito, incluyendo la descripción de la forma y función de las válvulas semilunares aórticas.
La máxima figura de la medicina de la antigúedad clásica es Galeno (1312). La obra de Galeno es inmensa y su análisis queda fuera del enfoque de este trabajo. No obstante es importante considerar su aportación a la anatomía cardíaca y su concepto de la fisiología corporal. La figura máxima de la anatomía del Renacimiento fue Andreas Vesalius (1514-1564). Belga de nacimiento. Su dilatada experiencia anatómica, lograda a través de la disección de cadáveres, se condensa en su obra De Humani corpori Fabrica, publicada en Basilea en 1543. La Fabrica destaca la cuidadosa descripción del corazón. (Figura 1)
Antes de la muerte de Vesalio, la circulación pulmonar será descrita por Miguel Servet (1509-1553). Servet estudió medicina e hizo disecciones en París, donde fue condiscípulo de Vesalio. Pero ante todo, Servet se sintió teólogo y reformador religioso. Sus ideas y críticas le granjearon pronto la enemistad de las autoridades eclesiásticas, tanto católicas como protestantes. La lectura de la Biblia le llevó al convencimiento de que la sangre es el elemento del cuerpo por el que más se comunica Dios con la naturaleza humana; esa sangre tiene que pasar al corazón a través de la arteria venosa (venas pulmonares) después de airearse en el pulmón y ésta es la vía por la que se llena de sangre arterializada el ventrículo izquierdo. Esta clara descripción de la circulación menor o pulmonar fue insertada en un libro teológico Christianis restitutio. El libro fue rechazado por las autoridades religiosas y Servet murió en Ginebra condenado a la hoguera por el fanatismo religioso de Calvino. La idea de Servet de la circulación menor sobrevivirá y será difundida por toda Europa.
Aun conociendo las entidades patológicas cardíacas, el clínico de la época no dispone de métodos para detectarlas externamente, hasta la introducción de la auscultación por Laénnec en el siglo XIX, (Figura 2), el clínico no contará con una técnica diagnóstico que pueda ser aplicada sistemáticamente.
Un paso importante en el desarrollo de técnicas exploratorias fue dado en Viena por Leopold Auenbrugger, hijo de un posadero y familiarizado con la técnica de percutir los toneles de vino para comprobar el nivel, demostró la utilidad de esta técnica en la detección de derrames pleurales y pericárdicos y del aumento del tamaño del corazón.
Bajo el impulso de la mentalidad anatomoclínica se va a producir, en el siglo XIX, la descripción anatómica de cardiopatías estructurales, se establecerá la metódica de la exploración clínica del paciente con la inspección, percusión y auscultación y se enriquecerá la semiología con numerosos signos clínicos. (Figuras 3 y 4 Caricaturas de la época mostrando la inspección y auscultación)
Jean-Nicolás Corvisat (1755-1821) fue un brillante clínico profesor del College de Francia. En 1808 tradujo y popularizó el trabajo de Leopold Auenbrugger y Laennec sobre el examen físico por percusión y auscultación del tórax “poniendo la oreja muy cerca del pecho”. Laennec, discípulo de Corvisat fue el que inventó y dio nombre al estetoscopio (de stethos pecho y Skopein mirar), (Figura 5 Diversos estetoscopios) describió los sonidos auscultatorios.
Los trabajos de Galvani fueron seguidos en Bolonia por Aldini, describen experimentos de estimulación muscular y del corazón realizados con la pila de Volta en cadáveres de criminales decapitados. Figura 6
En la última parte del siglo, empiezan a aparecer comunicaciones aisladas sobre la utilización de corrientes eléctricas para corregir alteraciones del ritmo cardíaco en el hombre. En 1871, F. Steiner estimula eléctricamente el corazón de una niña con parada cardíaca a través de una aguja introducida a través del pecho. Estas comunicaciones llevan a Mc William a publicar en 1878 usar grandes electrodos colocados en el área precordial y la espalda para estimular corazones con parada. Desfibriladores.
Einthoven, obtuvo por primera vez, registros electrocardiográficos en los que se podía identificar las ondas tal y como hoy las vemos (Figuras 7, 8 y 9. Dibujo realizado en 1913 por el Dr. Pi Suñer y Dr. Bellido. Anuncio publicitario de un aparato de ECG. y modo de hacer el electrocardiograma.).
EL NACIMIENTO DE LA CARDIOLOGÍA COMO ESPECIALIDAD
La Cardiología surge como especialidad a caballo de la primera Guerra Mundial (1914-1918), se reafirma como tal en el intervalo entre las dos guerras y experimenta una gran eclosión tras la segunda guerra mundial.La guerra civil española significó un punto y aparte en general para la investigación medica y, en particular, para la incipiente cardiología española.
Se interrumpe bruscamente la actividad científica en toda España. Muchos ilustres investigadores tienen que salir del país hacia el exilio, otros mueren y, durante la posguerra, un grupo numeroso de médicos sufren una dura represion. Se les impide el acceso a la Docencia e incluso el ejercicio de la profesión en los hospitales públicos. Los datos que les voy a comentar proceden del libro “HISTORIA DE LA CARDIOLOGÍA EN LA REGIÓN DE MURCIA”, Autor Dr. Don Juan Antonio Ruipérez Abizanda
Destaca el exilio temporal en Paris de Teofilo Hernando y Gregorio Marañon. Curiosamente Hernando pasó tres años de exilio como fascista y dos por comunista. Augusto Pi Suñer se exiló en Venezuela formando una escuela de Fisiología cardiaca. José Puche Alvarez, catedrático y rector de la universidad de Valencia se exiló en Mexico. Juan Cuatrecasas catedrático de patología médica, se exiló en Argentina. Rafael Méndez (Figura 10), ayudante de Negrín, catedratico de Fisiología fue profesor de las Universidades de Loyola en Chicago y de Harward en Boston, para posteriormente pasar al Instituto Nacional de Cardiología de México, tuve el honor de ser su discípulo y amigo.
Gustavo Pittraluga catedrático de Parasitología cofundador con el cardiólogo Luis Calandre de los Archivos de Cardiología y Hematología se marchó a la Habana. Cristian Cortés ,se exiló en México y trabajó en 1944 en el INC como catedrático. De los discípulos de Negrín, Severo Ochoa, Grande Covián, Ramón Pérez Ciurera, así como el catedrático de Granada José García Valdecasas marcharon a México.
Isaac Costero, catedrático de Histología y Anatomía Patológica de Valladolid formó parte del INC de México y fundó la escuela de Anatomía Patológica Cardiovascular de Iberoamérica. Vivia en el Pabellón de Docentes del Instituto en donde nos invitaba a comer a los Residentes españoles. Nunca olvidó a España.
Luis Calandre, uno de los pioneros de la Cardiología Española ingresó en prisión y fue sometido a dos consejos de guerra, se le conmutó la pena, pero se le privó de ejercer su profesión en Madrid y su provincia durante 5 años. Les muestro su libro de Cardiología de 1942. Figura 11
Aquellos científicos que quedaron en España, superando toda suerte de dificultades, reanudaron la actividad científica y fueron asociándose a otros cardiólogos de otros países, pudiendo de esta forma intentar poner en marcha la cardiología y unir a la mayoría de cardiólogos del país. En España, la génesis de la sociedad fue una reunión en 1941, en Madrid, de un grupo de cardiólogos que acordaron hacer una llamada al resto para intentar crear una sociedad que agrupara a todos aquellos dedicados al estudio de la enfermedad cardíaca. Tras una segunda reunión en Madrid en Julio de 1942, presidida por el profesor Jiménez Díaz, se decidió organizar un primer congreso. Este tuvo lugar en Madrid en Noviembre de 1944, quedando constituida en él la Sociedad Española de Cardiología y siendo elegido como primer presidente D. Carlos Jiménez Díaz. En 1947 se empezó a publicar la Revista Española de Cardiología como órgano oficial de la sociedad.
Se inicia la Cardiología en Murcia a mediados de los 50 de manos del Dr. Ruipérez Vigueras, fundador de la Sociedad Española de Cardiología, nombrado vocal de la Región Murciana de dicha sociedad en 1948, (Figura 12 y 13 El Dr. Ruipérez y Acta de su Nombramiento) Jefe del Servicio de Aparato Circulatorio y Respiratorio del Hospital Provincial de San Juan de Dios, Hospital General, ahora Hospital Reina Sofía. Recuerdo que en aquellos tiempos era muy difícil conseguir las precordiales del electrocardiograma y la visita a los enfermos cardiacos se hacía dos veces por semana, ya que la atención principal era para los enfermos con patología pulmonar. En aquellas fechas colaboraban con él los Drs. Ferreol García Nieto y Manuel Flores Bastida. Posteriormente se unió a este grupo el Dr. D. Fernando Galindo formado en la Fundación Jiménez Diaz continuado su labor en una Zona de Pulmón y Corazón. En esas fechas la Cardiología era eminentemente clínica con las únicas herramientas de un fonendoscopio, una radiografía de tórax y un electrocardiograma de 6 derivaciones que había que revelar en un cuarto oscuro.
En 1967 se incorporan al Hospital los Drs. Ruiz Mínguez y Muñoz Calero como médicos de guardia adscritos al Servicio de Pulmón y Corazón que era como se le llamaba, y comienzan a realizarse estudios fenomecanocardiográficos. En esa misma fecha gana por oposición la plaza de Cirujano Cardiovascular el Dr. D. Manuel Fuentes Aynat padre de la Cirugía Cardiovascular en Murcia, Maestro de otros cirujanos cardiovasculares. Extendió su saber a provincias limítrofes como Albacete, etc. Siendo Jefe de Servicio de Cirugía Cardiovascular en el Hospital Virgen de la Arrixaca, fueron sus colaboradores más allegados los Drs. Robles Nieto, Martinez López, Casinello y García del Real. De Manolo Fuentes podría contar múltiples anécdotas tanto científicas como humanas, recuerdo los viajes que hicimos juntos a Albacete, estudiábamos a los enfermos y los intervenía quirúrgicamente en el Hospital de los Llanos o en el Sanatorio de la Milagrosa que algo tenía que tener, ya que con los medios que contábamos y en los años que fuimos no se perdió ningún paciente. En los Llanos hicimos el primer cateterismo cardiaco a una Cardiopatía Congénita que después fue intervenida por Manolo.
En 1976 fallece el Dr. Ruipérez Vigueras y se hacen cargo del Servicio el Dr. Ruiz Mínguez en colaboración con el Dr. Muñoz Calero.
Murcia es una Comunidad que suele recibir a personalidades de la Medicina y acogerlos con gran cariño, los cuales aportan su sabiduría mejorando el quehacer medico y en este caso cardiológico. Me estoy refiriendo al Dr. Valdés Chavarri. Se incorpora en 1982 al Hospital General continuando con la labor realizada por sus antecesores y pone en marcha los estudios hemodinámicos, Holter, Ecocardiograficos, etc. Como Catedrático de Patología General y Jefe del Servicio de Cardiología, nombra previa oposición, al Dr. García Alberola proveniente del Hospital Virgen de la Arrixaca donde hizo su formación cardiológica, y al Dr. Soria Arcos de la Universidad de Navarra, especializado en Nueva Orleáns en Hipertensión arterial, Profesores Titulares de Cardiología y Adjuntos de dicho Servicio, inyectando savia nueva a dicho Hospital, savia que se vio aumentada con el nombramiento del Dr. D. Tomás Vicente, actualmente Jefe de la Sección y de otros buenos cardiólogos como los Drs. López Candel, García Reverte, Expósito Ordoñez, Pérez Lorente, y Diego Roldán, etc.
Unos años después, por motivos conocidos, dejan el Hospital los Drs. Ruiz Mínguez y Muñoz Calero entrando a formar parte de un grupo selecto de cardiólogos. Pertenecen a la Cardiología Murciana Extrahospitalaria. Organizadores y responsables del último Congreso Nacional que tuvo una gran resonancia y brillantez. Grandes profesionales, extraordinarios médicos y mejores amigos:Son los Drs. García Están, Galindo y Eliseo Zaragoza, junto a los dos ya citados.
HOSPITAL NAVAL DEL MEDITERRÁNEO
La labor cardiológica del Hospital Naval del Mediterráneo estaba dirigida por el Coronel-Jefe de Servicio D. Ricardo Moliner Díaz de Rábano, tuvo importantes colaboradores como los Drs. Esteban, Víctor Manzanero, etc.
HOSPITAL VIRGEN DEL ROSELL
Inicialmente la Cardiología se desarrolló bajo el auspicio del Servicio de Medicina Interna del Dr. Vicente Herrero y a cargo del Dr. D. Juan Ortega Bernal, primero como adjunto y posteriormente como Jefe de Sección de Cardiología.El Dr. Picó, después de llevar 33 años en el Hospital Virgen de la Arrixaca, en el 2005 se traslada a este Hospital como Jefe de Sección de Hemodinámica y pone en marcha la hemodinámica.Después de estar 4 años como Director Medico del Hospital Virgen de la Arrixaca (2004-2008) el Dr. Villegas García es nombrado Jefe del Servicio de Cardiología de este Hospital, puesto que sigue ocupando en la actualidad con absoluta garantía y dedicación. (Figura 14 Sus colaboradores)
HOSPITAL RAFAEL MENDEZ DE LORCA
Tuve la suerte en 1990 de acompañar al maestro Rafael Méndez a la Inauguración del Hospital de Lorca, vino de México acompañado de su mujer Marga. Era Consejero de Sanidad el Dr. D. Miguel Angel Pérez Espejo. A los pocos años falleció y parte de sus cenizas reposan en Lorca. La Unidad de Cardiología está dirigida por el Dr. D. Antonio Castilla, acompañado por los Drs. Mulero, Antonio Romero, Gustavo Vera y Sánchez Puerta Vera, éste último, en el Hospital Reina Sofía.
HOSPITAL COMARCAL DE CARAVACA
En 1987 se hizo cargo de la Unidad de Cardiología el Dr. D. Clemente Belijar. Su lucha ha sido constante en mantener esta especialidad a su máximo nivel.
CONGRESO NACIONAL DE CARDIOLOGÍA
El 8 de Octubre de 1983 se celebra en La Manga del Mar Menor el XVIII Congreso Nacional de Cardiología presidido por el ministro de Sanidad Ernest Lluch. Éste lo inauguró en nombre del Rey, quien había aceptado la presidencia de Honor del mismo. (Figura 15. De izquierda a derecha el primero es el Dr. Morales Meseguer entonces Consejero de Sanidad, en el centro el Ministro de Sanidad Ernest Lluch y los dos últimos de la derecha el Dr. José Antonio Lozano entonces Rector y el Dr. Ruipérez Abizanda,entonces Presidente del Congreso)
El Comité organizador estuvo formado por los siguientes doctores. (Figura 16)
Destacar en este Congreso el numero de inscripciones, la mayor habida hasta la fecha, y la presencia de dos eminentes conferenciantes, compañeros y amigos de residencia: los Profesores Bernardo Nadal y Valentín Fuster, ambos cardiólogos de reconocido prestigio internacional, el último ha sido premio Príncipe de Asturias.
SOCIEDAD MURCIANA DE CARDIOLOGÍA
En 1970 fue creada la Sociedad de Cardiología de Levante, englobaba a las Regiones de Albacete, Murcia y Valencia. Fueron en esa época Presidentes de dicha Sociedad los Drs. Tormo Alfonso, Ruiperez Abizanda, Beltrán Carrascosa y López Merino. El 16 de abril de 1984, en la Asamblea General Extraordinaria de la Sociedad de Cardiología de Levante, en Valencia, se designa al Dr. Ruipérez Abizanda para que organice la creación de la Sociedad Murciana de Cardiología y proceder a la elección de la Junta Gestora.
El 2 de noviembre de 1984 se aprueban los Estatutos y se inscribe en la Delegación del Gobierno.
El 17 de enero de 1985 se forma la junta Gestora. El 19 de abril de 1985 se realiza la Asamblea General Constituyente y Convocatoria de Elecciones. El 21 de junio de 1985, toma posesión la primera Junta Directiva de la Sociedad Murciana de Cardiología; siendo su presidente el Dr. D. Salvador Sánchez Puerta. Puede consultar aquí los presidentes que ha tenido hasta ahora dicha Sociedad.
Se inauguró en 1967 y estaba situada en el centro de la Ciudad. La mayoría de los centros de hospitalización eran de carácter privado. Los enfermos se internaban casi exclusivamente por problemas quirúrgicos y apenas se contemplaba el ingreso médico. El Hospital Provincial y el Hospital de la Cruz Roja eran los únicos representantes de la red pública pero su impacto sobre la sanidad era limitado. La creación de un moderno Hospital público provisto de cerca de 500 camas y con la tecnología más moderna del momento, se recibió con entusiasmo por parte de la población pero con cierto recelo por la clase médica local. Contribuía a esta desconfianza el hecho de que los gestores habían decidido que su funcionamiento fuera, desde el principio, vinculando a los médicos a los servicios de nueva creación mediante un contrato que les comprometía a desarrollar en ellos la jornada laboral completa. La polémica había conducido a que muchos profesionales de prestigio no se sumaran a esta nueva ola de medicina hospitalaria. Sin embargo, en Murcia su implantación se vio favorecida gracias a que una importante personalidad de la Medicina local, el Dr. Tapia Sanz, apostó por el nuevo modelo y aceptó la dirección de uno de sus servicios (Medicina Interna) . Este hecho representó en cierto modo la ruptura del frente de resistencia representado por las Corporaciones Médicas y probablemente tuvo una positiva incidencia sobre la implantación del nuevo sistema hospitalario que rebasó el ámbito de la Región. El número de médicos en Murcia en aquel momento era reducido, sobre todo de especialistas, lo que unido al escaso entusiasmo que entre ellos produjo la idea de trabajar a plena dedicación en un hospital entonces de incierto futuro, provocó una brusca afluencia de médicos de otros lugares, entre los que predominaban los procedentes de hospitales con programas de formación o entrenados en hospitales extranjeros, que propiciaron un clima favorable para el desarrollo de los primeros años del Hospital. (Figura 18 Cena habitual de algunos compañeros de la Arrixaca Vieja: Drs. Mesa del Castillo, Ruipérez Abizanda, Cuesta (director Provincial Insalud), Hernandez Conesa, Alfonso Morales, Candel y Sánchez Baena (Director del Hospital))
Esta política coincidió con la visión moderna de la Medicina Interna que tenía el responsable de este servicio, y posteriormente D. Antonio López Alanís permitió reunir un equipo homogéneo al que se incorporaron , los Drs. Montoro, Campillo, Navarrete, Gómez Rubí, Castellón, Fernández Barreiro y el Dr. D. Ginés Torres que se hizo cargo de la Unidad Coronaria que en aquella época no estaba diferenciada de la Unidad de Cuidados Intensivos que lideraba el Dr. Gómez Rubí. El 15 de Diciembre de 1969 contratan al Dr. Ruipérez Abizanda para poner en marcha la Cardiología, al principio como Adjunto y Jefe de Sección de Medicina Interna y posteriormente como Jefe de Sección de Cardiología.
Al año de estar funcionando la Unidad de Cardiología inició su trabajo el Dr. García García como Médico Interno en 1971, uno de los mejores cardiólogos que ha dado esta Comunidad. Como comprenderéis no sería objetivo si hablase de Juan, son 40 años juntos, vividos no sólo cardiológicamente sino familiarmente, participando de nuestras inquietudes y problemas. La vida me ha dado la satisfacción de honrarle en su temprana jubilación hace dos años y seguir manteniendo un contacto muy estrecho con él y su familia. En aquellos años se realizó la primera Cardioversión eléctrica y el primer cateterismo cardiaco, amen de los estudios fonomecanocardiograficos, etc. Al año entró como Residente el Dr. D. Francisco Picó. Siendo Adjunto publicó el primer libro de la Unidad de Cardiología con el Dr. García y nosotros, sobre el estudio hemodinámico de las cardiopatías adquiridas y posteriormente fue elegido Jefe de Sección de Hemodinámica, poniendo en marcha junto a los Drs. Ruiz Ros y Campos Peris el Intervensionismo cardiaco. Fueron los primeros en realizar Valvuloplastias, Coronariografias, Angioplastias, etc. en la Comunidad Autónoma de Murcia. (Figuras 19,20 y 21. Ecocardiogramas de una estenosis mitral calcificada en eje corto, estenosis mitral con trombo en la aurícula izquierda y procedimiento de la valvuloplastia mitral)
Por entonces venían ya funcionando en el Hospital los programas de formación de postgraduados del sistema MIR (Médicos Internos y Residentes) con un aceptable prestigio entre el resto de los Hospitales del país, que le hacía figurar entre las preferencias de muchos de los postgraduados. En 1969 , la Universidad de Murcia implantó los estudios de Licenciado en Medicina y Cirugía al crear una Facultad de Medicina. La creación de la Facultad hizo concebir grandes esperanzas al Hospital, y fue el resposable de la Cardiología del Hospital Virgen de la Arrixaca de impartir la docencia de Cardiología en 4º Curso.
DOCENCIA DE PREGRADO
Las clases de Cardiología se inician en 1972 por el Dr. Ruipérez Abizanda y se imparten en unas aulas preparadas a tal efecto en el Hospital Provincial, en la zona que pertenecía al Pabellón de Pulmón y Corazón que dirigía el Dr. Ruipérez Vigueras. De Valencia viene a Colaborar en la docencia de 4º curso el Profesor Bataller, Profesor adjunto de Patología Médica. Pocos años después las clases se trasladan al Seminario Menor, situado enfrente del Hospital para posteriormente pasar a la Facultad de Medicina de Espinardo.
Son varios los profesores que vienen a impartir clases en Patología Médica: los Catedráticos Carmena, ReyOlid, Pere Pérez, etc.
El día 28 de Marzo del 2000 toman posesión como Catedráticos de Cardiología, de manos del Magnífico Rector D. José Ballesta, los Drs. Valdés Chavarri y Ruipérez Abizanda. El primero por cambio de denominación de su cátedra de Patología General y el segundo por Oposición. A ellos se les unen en la docencia cardiológica los ya Profesores Titulares Drs. García Alberola y Federico Soria Arcos. Situación que permanece en la actualidad. (Figura 22. Inaguración del Pabellón Docente del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, observamos a los Drs. Soria, Miralles, Hernández, Abad, Ruipérez, etc. Junto a los órganos directivos del Hospital: Gerente, Director M édico, Director de Gestión, etc.)
HOSPITAL UNIVERSITARIO VIRGEN DE LA ARRIXACA
A pesar de su corta historia, las escasas 500 camas de la Residencia se habían quedado insuficientes para cubrir la enorme demanda asistencial derivada de la expansión económica y demográfica de la Región. De entre las diversas opciones que se barajaron para resolver el problema, se eligió la construcción de un nuevo hospital, dotado de mil camas distribuidas en dos edificios (General y Materno-Infantil), provisto de todos los servicios propios de un centro de referencia y catalogado como Ciudad Sanitaria según la terminología al uso. Allí se trasladaron en abril de 1975 todos los efectivos humanos de la desde entonces llamada “Arrixaca vieja”, incluidos los enfermos más graves, que fueron conducidos en una singular caravana que cruzó la ciudad de madrugada y ante la mirada de asombro de los ciudadanos trasnochadores. Con ello quedaron clausuradas definitivamente las instalaciones de la vieja Residencia, aunque las autoridades del momento prometieron la reapertura unos meses más tarde, tras realizar algunas obras de remodelación. La promesa resultó ser ciertamente sincera, aunque el plazo de cumplimiento ligeramente dilatado, ya que la reapertura fue en 1994, veinte años después.
A la Ciudad Sanitaria y en Cardiología se incorporaron una nueva generación de médicos hospitalarios, el Dr. Jaén Armand, formado en el Hospital Gregorio Marañón, compañero extraordinario, y buen maestro, sigue todavía en activo y no hay forma de jubilarlo. El Dr. Ruiz Ros formado en el Hospital de la Fe de Valencia, realizo la primera coronariografía de la region, actualmente Jefe de la Unidad de Cardiología del Hospital Morales Meseguer, con su abnegada dedicación, ha situado, con sus colaboradores, que su unidad sea una de las mejores del país. (Figura 23). Al poco tiempo se incorporó el Dr. Campos realizando su labor a caballo entre la clínica y la hemodinámica.
Todos los anteriormente citados, hombres excepcionales, han sido compañeros inseparables durante estos 41 años, hemos vivido muchas alegrías, hemos compartido mesa y mantel y han sido el auténtico cuerpo y alma de la Cardiología de este hospital. Toda la buena evolución y prestigio de la Cardiología de este hospital se les debe íntegramente a ellos. El trabajo se desarrollaba con entusiasmo, nos considerábamos más justamente retribuidos desde los puntos de vista económico y profesional, el ambiente humano era grato y el hospital llegó a alcanzar un reconocido prestigio entre los centros de sus características.
La Cardiología de La Arrixaca, tuvo la suerte de conseguir en 1986 dos plazas de Adjunto ocupadas por los Drs. de la Morena formado en la Universidad de Navarra que con su buen hacer y entrega nos creó la necesidad de contar en aquellas fechas con el Ecocardiograma como necesidad ineludible, hoy Jefe de Sección de Ecocardiografia, y por el Dr. Salas Nieto ,ahora en Albacete, que junto al Dr. Nuño de la Rosa (Jefe del Servicio de Medicina Nuclear) introdujo la Cardiología Nuclear en nuestra Unidad. Posteriormente y tras la lucha por amortizar la zona de pulmón y corazón pudimos contar con el Dr. D. Manuel Villegas que vino contratado después de realizar su formación en el Instituto Nacional de Cardiología de México. Más adelante vinieron los Drs. D. Juan Martínez y Juan José Sánchez Muñoz, jóvenes cardiólogos formados en el Hospital Virgen de la Arrixaca, con una inquietud científica permanente, aprendizaje constante, expertos en electrofisiología, ellos son el futuro. (Figuras 24 ,25. Medicos de la Seccion de Cardiología. Figura 26. Cena anual en homenaje a los Residentes estando presente todos los componentes de la Sección: ATS, Administración, Auxiliares, Limpieza y Facultativos)
He dejado para el final citar a una serie de compañeros que han ejercido la Cardiología en sus Zonas de Pulmón y Corazón: Los Drs. Domingo Vivancos, Juan Antonio Cerrada, Felix López Hueso, Antonio Ripoll, Florencio Ramos, etc. Todos ellos desde su puesto de trabajo han colaborado eficazmente y han aportado a la Cardiología Murciana todo su saber e ilusión.
Dentro de la Cardiología Extrahospitalaria destaca la labor desarrollada por el Dr. D. Salvador Sánchez Puerta que aportó su gran calidad humana y científica a la no siempre bien ponderada cardiología ambulatoria. Primer presidente de la Sociedad Murciana de Cardiología ha sido durante todos estos años impulsor y catalizador de todas las corrientes, grupos y escuelas de la cardiología murciana. En todos estos años nunca ha faltado a Conferencia, Congreso o a cualquier Acto de la Sociedad de Cardiología. Con su presencia a dignificado todas las sesiones.
En 1998 por decisión de la Universidad, Insalud y Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Murcia, se decide unir los Servicios de Cardiología del Hospital de la Arrixaca y del Hospital General. Creándose una Jefatura de Servicio y dos Cátedras de Cardiología. A partir de ese año se incorporan los Drs. Ramón López Palop, Rafael Florenciano, Iñigo Lozano, Eduardo Pinar, Domingo Pascual, Juan Ramón Gimeno y Francisco Marin. Por diversas causas, los tres primeros, piden su cese en este Servicio y son nombrados Jefes de Hemodinámica en Alicante, Jefe de Cardiología en Torrevieja y en Asturias, perdiendo nuestro hospital unos excelentes cardiólogos, quedan los Drs. Pinar, actual Jefe de Sección de Hemodinámica, el Dr. Pascual, Jefe de la Unidad de Insuficiencia cardiaca y trasplantes, el Dr. Gimeno estudiando la genética de las Miocardiopatias y el Dr. Marín encargado de la Unidad de Dolor torácico, alteraciones plaquetarias y anti- coagulación.
En esta última década se han realizado importantes avances en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del corazón. Este Servicio ha sido puntero e implantó en España la Angioplastia primaria. El tesón del Dr. Valdés junto a los hemodinamistas del Servicio (Figura 27) lo hicieron posible y así fue reconocido a nivel nacional.
Se tratan estenosis coronarias mediante el “rotablator”que las desobstruyen y colocan stent. Se han implantado válvulas aorticas percutáneas en pacientes con estenosis aortica, rechazados para la cirugía. Se tratan arritmias mediante estudios electrofisiológicos y ablaciones, estudia y previene la muerte subita, los estudios ecocardiograficos han llegado a su máximo nivel con ecos en 3 y se estudian las coronarias sin necesidad absoluta del cateterismo. (Figuras 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36 y 37. Ecocardiogramas en 3D cedidos por el Dr. de la Morena e imágenes cedidas por el Dr. Eduardo Pinar de Angioplastia primaria con coronaria obstruida, cateter y stent, estenosis coronarias tratadas con Angioplastia y Stent y otras tratadas con Rotablator, imágenes de Angiotac coronario y cierre de comunicación interauricular.)
No quiero dejar pasar más tiempo sin recordar a todos nuestros compañeros que nos dejaron para siempre. Sé que nos están viendo y recordando en estos momentos, para ellos un abrazo muy fuerte.
Antes de finalizar esta charla quisiera decirles unas palabras a todos los cardiólogos jóvenes de esta Comunidad que son el futuro de la Cardiología Murciana.
No hay duda de que la práctica de la medicina ha cambiado y seguirá cambiando más en el futuro. Imposible ejercerla hoy como se hizo antes. Si los conocimientos cambian, si cambian las formas de aplicarlos, si la sociedad en que vivimos y sus exigencias cambian también, es natural y aun obligado que el ejercicio de la profesión esté acorde a las nuevas formas de vida. Pero eso no significa que deba cambiar el espíritu de la medicina. El espíritu que la anima desde hace 25 siglos y las normas que son su esencia, deben ser protegidas.
La relación medico-enfermo es una relación eminentemente humana, ser que sufre y pide ayuda, frente a un hombre que se presta a darla poniendo en juego su saber y experiencia. El sufrimiento de la enfermedad no es puramente físico, está dotado casi siempre de un componente espiritual, que a veces es el que predomina. La consulta médica no significa sólo el deseo de acabar con las molestias orgánicas sino de segar el temor escondido, la angustia inconfesada.
Hoy no hay peor mutilación espiritual que un médico que le falte sensibilidad humana. Quien carezca de ella podrá ser un gran técnico en su oficio, podrá ser un sabio en su ciencia; pero en lo demás no pasara de bárbaro, ayuno de lo que da la comprensión hacia nuestro prójimo, y de lo que fija los valores del mundo moral. Debe ver al hombre con simpatía; haber depurado el juicio para tratar de comprenderlo en sus virtudes y miseria, haber elevado la razón de la vida para estar presto a servirlo y ayudarlo, y no ofrecerle quimeras que puedan ir en beneficio nuestro.
Los problemas de la salud del hombre, que empezaron por ser puramente médicos en el siglo anterior, se convirtieron en problemas sociales y en la actualidad se han vuelto problemas políticos. No dejemos que ellos nos atrapen y hagan que olvidemos el espíritu de la medicina y claudiquemos en nuestra misión de atender al enfermo. Quisiera llegar a ustedes comentando un párrafo de la obra de Van der Meersche, Cuerpos y almas, dice así “Rancine ha confiado en él de una manera tan ingenua, tan absoluta y tan hermosa, que sólo con tenerlo junto a ella entrará mas apaciblemente en las tinieblas, como si a la hora de la muerte, aquel que fué en este mundo su médico y mitigó sus sufrimientos, aun pudiera protegerla.”
CHAVEZ SANCHEZ IGNACIO. Ideario. México. Editorial Medica Panamericana 1997.
GOMEZ RUBIJA. Breve historia del Hospital Virgen de la Arrixaca. En Homenaje al Hospital Español. Monografía Beecham nº 50 1994.327-335.
RUIPEREZ ABIZANDA JA. Responsabilidad del médico ante la sociedad y ante el enfermo. Discurso de ingreso como Académico Numerario en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia. Anales de la Real Academia de Medicina. Murcia. Editora Regional 1981.
RUIPEREZ ABIZANDA JA. Creación de la Sociedad Murciana de Cardiología. Boletín de la Sociedad Murciana de Cardiología. Nº 0,1988:1-2.
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